No es una obra de teatro. No es una espectáculo de danza. No es un escenario que no te debes perder. Pero... no te la debes perder, hace de su cuerpo danza, y es, ante todo, TEATRO. Es Angélica Lidell.
Angélica Liddell nació en Figueres en 1966. Es licenciada en Psicología y Arte Dramático. A partir de 1988 comienza su trayectoria como dramaturga. Ese año, recibe el Premio Ciudad de Alcorcón por la obra Greta quiere suicidarse, a la que siguirán: La condesa y la importancia de las matemáticas (1990), El jardín de las Mandrágoras (1991), La cuarta rosa (1992) y Leda (1993).
En 1993 crea la compañía Atra Bilis, que quiere decir 'bilis negra'. Liddell ha declarado que sus obras hablan de la "parte tóxica del hombre", recogen"toda la monstruosidad que hay en la aparente sociedad del bienestar". Su obra revisa temas como la decadencia de la institución familiar, el rechazo a tener descendencia, la muerte violenta, el sexo, etc.
Atra Bilis ha producido, entre otras obras: El jardín de las Mandrágoras (1993), Dolorosa(1994), La falsa suicida (2000), o El matrimonio Palavkaris (2001). Angelica Liddell produce, dirige e interpreta sus propios textos. No sólo se dedica al teatro, también ha escrito narrativa como En el suspiro (1995), El lucernario embozado (1998) y Camisones para morir (1999), premiado en el X Certamen de relatos "Imágenes de Mujer" de León; y , últimamente, poesía. Posiblemente no te hagas una idea del asunto hasta que la veas en acción, esta vez en El año de Ricardo.
La mayoría de sus montajes se han estrenado en diversas salas alternativas de Madrid. Sin embaro, Angélica dio el paso a los teatros nacionales el año pasado, con su reolucionaria Perro muerto en Tintorería: Los fuertes, que sentó como una bofetada.En el CDN, la contestataria que nos hizo pensar y a la vez temblar de miedo. Allí, la directora se mofaba del público y hasta del escenario que la acogía:
"Soy un puto resentido y un puto inadaptado. / Soy un puto actor que hace de perro / por una puta vez en su puta vida / después de las cucarachas / en un Teatro Nacional / porque un perro cobra más que un puto actor."
Sobre esa obra y otros aspectos de su vida y dramaturgia habló la artista en una recomendada entrevista que se publicó en el País:
Angélica es simplemente contestataria. Sus escritos reflejan su profunda rabia y contradicción interna. Una rabia que no puede ser fingifda, que sale de sus entraas. Sus espectáculos no son para todos los públicos, y ella lo sabe. Sabe incluso que tampoco son para el público que la ama, que acude una y otra vez a verla. Mientras ella seguramente le insulte y le invite "amablemente" (osea, a hachazos) a marcharse del "puto teatro de mierda".
Angélica no se define como actriz. De hecho, en sus propias palabras, lo explica así:
"Detesto a las actrices, son imbéciles. Yo simplemente soy una puta a la que la gente llama hija de puta y cosas por el estílo, no soy un actriz, y nunca lo seré".
Escritos como éste y muchos otros los podrás encontrar en su blog, "Mi puta perrera", en el que la artista vacía sus entrañas y realiza una escritura que parece salida de sus intestinos.
Con un puñado de obras en su repertorio permanente, la Liddell viaja por medio mundo. Si pretendes viajar a Santander dentro de poco puedes verla con una de susúltimos montajes, "La desobediencia":
Cúando: 18 de diciembre 2008
Dónde: Muestra Nacional de Teatro Contemporáneo de Santander
Angelica Liddell, no apta para optimistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario